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Diez reglas para un programa integral de control del PRRS – El modelo del queso suizo

La prevención y el control de las enfermedades como el PRRS no depende de la implementación de una sola medida preventiva, sino de la ejecución de varias prácticas y estrategias en conjunto.

Ninguna medida de protección es perfecta para prevenir la propagación del virus del PRRS, pero cada una juega un papel fundamental en la reducción de los riesgos. Durante años, este enfoque se ha conocido como el modelo del queso suizo, y fue propuesto originalmente por James T. Reason de la Universidad de Mánchester.

Este modelo utiliza la imagen de las lonchas del queso para demostrar que cada capa tiene sus imperfecciones, representadas por sus agujeros. Sin embargo, la combinación de todas las capas (en el caso del PRRS, de una serie de reglas relacionadas con la bioseguridad interna) actúa como una barrera eficaz, protegiendo de forma más eficiente las explotaciones. A continuación, se describen las 10 principales reglas que nos permitirán lograr un control integral del PRRS en la granja.

Regla nº1: Al hacer adopciones, mover lechones solo si es necesario

En el momento del parto, es muy probable que las cerdas de un mismo grupo tengan un elevado número de lechones por camada. Es común que el personal de paridera realice adopciones, teniendo en cuenta factores como el número de pezones funcionales y la conformación de éstos. Este movimiento de lechones a una cerda nodriza del mismo grupo se conoce como "igualar camadas" y puede tener un impacto negativo en la estabilidad de la granja, por lo que siempre debe minimizarse, especialmente en las granjas positivas al PRRS.

  • Dado que no todos los lechones nacen con el mismo estatus inmunológico frente a PRRS y que no han recibido la misma cantidad de calostro, cualquier movimiento de lechones entre camadas puede propagar el PRRS dentro de la paridera.1
  • Cualquier movimiento de lechones entre camadas puede alterar la producción de leche, afectando a la ganancia media diaria y al bienestar de los lechones, tanto de los que han sido trasladados como del resto de la camada, por esto es importante evitar movimientos innecesarios.2
  • Se ha demostrado que, al realizar adopciones, los lechones adoptados tienen 11,69 veces más probabilidades de morir, sufrir de pericarditis u otras afecciones cardíacas, en comparación con los lechones que no han sido movidos. (p < 0,05)3

Regla nº2: No hacer adopciones a partir de las primeras 48 horas de vida

Proporcionar una ingesta adecuada de calostro tras el parto y minimizar las adopciones al mismo tiempo es un desafío complejo. La ingesta de calostro es uno de los principales determinantes de la supervivencia de los lechones, ya que proporciona la energía y la inmunidad esenciales que todo lechón necesita en sus primeros días de vida. El calostro de la cerda progenitora contribuye a maximizar la calidad de la inmunidad de las crías. La presión para realizar adopciones puede ser alta, pero es importante retrasar el proceso el mayor tiempo posible, ya que las adopciones tempranas pueden incrementar la variabilidad de la calidad y del volumen de la ingesta de calostro de los lechones dentro de la camada. Al mismo tiempo, cuando las adopciones sean absolutamente necesarias no deben ocurrir demasiado tarde en la lactación. De esta forma se evitan los desequilibrios en la camada y sus consecuencias negativas.

  • Los lechones nacen con un sistema inmunológico inmaduro, ya que la cerda no puede transferir anticuerpos al feto a través de la placenta. Por ello, la transferencia de anticuerpos mediante el calostro es primordial para maximizar la inmunidad de las crías. La inmunoglobulina G (IgG) es la más predominante en el calostro y su concentración disminuye drásticamente durante las primeras 24-30 horas post-parto.2
  • La capacidad del lechón para absorber anticuerpos del calostro disminuye rápidamente a las 6 horas tras la primera toma de leche debido a la reducción de la permeabilidad de las membranas intestinales a las proteínas de gran tamaño.4

Regla 3: Mantener a los lechones en las jaulas de partos y evitar manipularlos para minimizar la propagación de enfermedades.

Tras el parto, existen varias prácticas de manejo que requieren manipular los lechones, como pueden ser el procesado, la lactación alterna usando cajas atemperadas y las adopciones. Para realizar todos estos procesos, no es raro que los operarios de las salas de partos entren en los corrales de maternidad y compartan herramientas para sujetar y manipular a los lechones de cada camada con el fin de garantizar la máxima eficiencia de los procedimientos de trabajo. Sin embargo, todas estas prácticas de manejo pueden facilitar la propagación de enfermedades, como el PRRS, entre las camadas. Para el manejo de las enfermedades, es fundamental mantener a los lechones en su propio corral y minimizar el hecho de compartir herramientas y espacios en los procesos de manipulación

  • Las posibles vías de transmisión indirecta del virus PRRS son la orina, la sangre, la saliva y las heces de los animales infectados. De hecho, cuando las cajas atemperadas y los carros de procesado se comparten dentro de la misma sala pueden servir como fómites para transmitir el virus entre las camadas. 5
  • Se ha demostrado que las botas y la ropa de trabajo pueden servir como fómites para transmitir el virus PRRS entre las camadas. Por esto, se debe evitar entrar dentro de los corrales individuales de las parideras.5

Regla nº4: Cambiar las agujas entre camadas

Las jeringas y agujas se utilizan para administrar tratamientos, así como otros productos terapéuticos tales como hierro y vitaminas. En la industria porcina, es común usar la misma aguja para inyectar un mismo producto en diferentes animales. La práctica de compartir agujas entre lechones durante la lactación puede desempeñar un papel importante en la transmisión de enfermedades infecciosas, tales como el PRRS.

  • En el pico de viremia, los animales infectados tienen una carga viral de al menos 103-104 TCID50/L.
  • Suponiendo una dosis mínima infectiva de 101-102 TCID50, a través de una exposición percutánea (es decir, inyectable), una simple gota de sangre (es decir, 1-10 μL) podría transmitir el virus entre camadas.6 Incluso si se realiza un cambio de aguja entre animales, una medida adicional para minimizar la propagación entre las camadas sería tratar en último lugar a animales pequeños y a los que tengan peor apariencia.
  • Estudios de campo han demostrado que existe una transmisión del virus PRRS a través de la sangre utilizando dispositivos de inyección con aguja y sin aguja, aunque dicha transmisión es inferior al usar dispositivos sin aguja..7,8

Regla nº5: No mover lechones enfermos

Durante el período de lactación, varios factores como las prácticas de manejo afectan los niveles de estrés y el estado sanitario de los lechones, pudiendo repercutir en la producción de leche y, con ello, en el crecimiento de la camada.

Por lo tanto, las camadas, y los lechones dentro de éstas, no siempre presentan el mismo crecimiento. Este hecho es común en las granjas positivas a PRRS.

Para solucionar este problema, los granjeros tienden a realizar adopciones de los lechones que se están quedando atrás en comparación con sus compañeros de camada, sin considerar que el riesgo consecutivo a la transmisión de enfermedades podría ser mayor que la posible mejora en el crecimiento.

  • El movimiento de lechones enfermos y atrasados aumenta la probabilidad de transmitir enfermedades entre camadas debido al contacto entre animales con diferentes estatus inmunológicos frente al PRRS y a otros patógenos.9
  • Las prácticas de manejo en la paridera, como el uso de cerdas nodrizas, aumentan la probabilidad de transmitir el virus PRRS tanto de la cerda a los lechones como de los lechones enfermos a la cerda. 10

Regla nº6: Destetar todos los lechones de la misma camada a la vez, y no dejar lechones destetados en la maternidad

El flujo correcto de animales comienza en la sala de partos cuando los lechones que nacieron en el mismo grupo se destetan a la vez para crear lotes de animales con una edad similar. Los errores en el flujo de los lechones en el momento del destete pueden comprometer la estabilidad sanitaria global. Un ejemplo son las adopciones de lechones con bajo peso, pero en edad de destetar, que se introducen en camadas más jóvenes (es decir, "echar lechones hacia atrás") con la finalidad de mejorar su calidad. Otro ejemplo es permitir que lechones de lotes que han sido destetados permanezcan en la paridera sin su madre. A pesar de los eventuales beneficios, estas prácticas ponen en riesgo la estabilidad sanitaria de la granja.

  • En el momento del destete, los niveles de anticuerpos maternales disminuyen dejando al lechón vulnerable a infecciones. Este hecho puede impulsar cambios en la dinámica de transmisión de las enfermedades dentro de las camadas. 11, 12 De este modo, si los lechones destetados permanecen en las parideras, se convierten en una fuente potencial de patógenos para la transmisión de enfermedades a las cerdas que regresan al área de reproducción.
  • El movimiento de lechones de mayor edad de un lote a otro, aumenta la probabilidad de transmisión de enfermedades entre animales de diferentes edades y con diferentes estatus inmunológicos para PRRS y otros patógenos.13

Regla nº7: Estricto manejo por lotes (todo dentro/todo fuera)

Los sistemas todo dentro / todo fuera mantienen a los cerdos dentro del mismo lote a medida que avanzan por las diferentes fases de producción. Se considera cada grupo como una unidad estanca. Una vez que el grupo se ha movido, la instalación o la sala se vacían por completo y se limpian para el siguiente grupo. El método de manejo de cerdos todo dentro / todo fuera parece simple, pero es una de las reglas más difíciles de implementar debido a la variación en los parámetros de producción, tales como el número de cerdos por lote, el rango de peso y las tasas de crecimiento. Cuando no se gestionan bien dichas causas de variación, los granjeros se ven forzados a actuar saltándose la norma todo dentro / todo fuera.

  • Las estrategias de limpieza y desinfección entre lotes son probablemente la medida de bioseguridad interna más importante para interrumpir el ciclo infeccioso de los patógenos de un lote de producción a otro. 14
  • El movimiento de animales es una fuente de estrés que aumenta la probabilidad de transmisión de enfermedades debido a las diferencias en el estatus inmunológico frente al PRRS y otros patógenos. 13
  • Hay que evitar compartir agujas, maquinaria o equipos de protección personal entre lotes (a menos que se limpien y desinfecten), ya que podría aumentar la transmisión indirecta del virus PRRS.15

Regla nº8: Evitar el contacto entre grupos de diferentes edades

En sistemas de producción bien diseñados, unas instalaciones correctamente dimensionadas permiten a los productores alojar cada lote de producción en naves o salas separadas, con la densidad de animales adecuada, para mantener una gestión correcta del flujo todo dentro/todo fuera. Esta estrategia asegura que no haya contacto entre cerdos de diferentes edades. Sin embargo, un flujo correcto de todo dentro/todo fuera puede verse afectado por factores tales como una fuerte variación en el tamaño del lote o por la presencia de enfermedades. Estos eventos pueden ocasionar diferencias en el crecimiento y en la calidad de los cerdos, lo que puede forzar la necesidad de mezclar cerdos de diferentes lotes (es decir, diferentes edades) en el mismo espacio.

  • Mezclar cerdos de diferentes grupos de edad en cualquier etapa de la producción es una práctica arriesgada, ya que puede causar la transmisión de patógenos a una población susceptible debido a las diferencias en el estatus inmunológico frente al PRRS.13,16
  • Nathues et al., estimaron que el contacto entre cerdos de engorde de diferentes edades durante la redistribución de animales en los corrales aumentó en 13 veces el riesgo de sufrir enfermedades respiratorias en cerdos positivos en neumonía enzoótica.17

Regla nº9: Evitar el contacto entre cerdos de menos de seis meses de edad y cerdas

Después del parto, los lechones reciben inmunidad por parte de la cerda a través del calostro y de la leche. Esto los hace inmunes a la mayoría de patógenos a los que ha estado expuesta la madre.

Sin embargo, dicho estado inmunológico comienza a disminuir en los lechones inmediatamente después del destete.

Tras el destete, los lechones deben usar su propia inmunidad activa para protegerse frente a los desafíos a los que se enfrentan.

Varios factores pueden inhibir o desafiar la respuesta inmune del lechón en crecimiento, tales como cambios en la nutrición, estrés debido a prácticas de manejo deficientes y la mezcla con otros cerdos que pueden ser una fuente de enfermedades infecciosas.

Asegurar la separación de los lotes de lechones en crecimiento de las cerdas protege a éstas de posibles enfermedades.

  • Varios estudios han demostrado que los lechones de menor edad tienen viremias significativamente más largas y cargas virales más altas tanto en los nódulos linfoides como en los pulmones.18,19
  • Las granjas con un censo creciente en las que no hay buen aislamiento entre fases (por ejemplo, con recrías pegadas a las naves de gestación) tienen más probabilidades de desarrollar infecciones por PRRS más persistentes después de un brote.20

Regla nº10: Introducir siempre cerdas de reemplazo haciendo cuarentena y vacunándolas durante la misma

Es necesario mantener un flujo de entrada de cerdas de reposición para mantener el censo de la granja con una media de edad equilibrada, lo que repercute en la productividad. Como resultado, una de las estrategias más importantes para un correcto desarrollo de las primerizas es un buen proceso de aclimatación sanitaria de las mismas.

Esto se vuelve especialmente importante con las altas tasas anuales de reemplazo en grandes sistemas de producción donde las primerizas representan una proporción relativamente grande del censo, así como en granjas con enfermedades endémicas, como el PRRS.

Asegurar una inmunización bien controlada frente al PRRS y la exposición de las primerizas durante su período de cuarentena o adaptación es clave para protegerlas frente a los virus de campo y prepararlas para las infecciones naturales que probablemente experimentarán en las granjas endémicas.

  • Se debe evitar los intentos de inmunización natural de las primerizas ya que supone un proceso de inmunización poco fiable y permite la reintroducción de cepas de campo en la explotación.15
  • Las vacunas vivas modificadas pueden replicarse en el huésped e inducir una respuesta inmune similar a la inducida por cepas ligeramente virulentas de PRRSV21. Por lo tanto, todas las primerizas deben ser puestas en cuarentena e inmunizadas dos veces (con un intervalo mínimo de 3- 4 semanas de diferencia) con una vacuna viva modificada (MLV).
  • La protección que ofrecen las vacunas vivas modificadas se considera parcial frente a cepas heterólogas de PRRSV; sin embargo, en general, los cerdos vacunados experimentan menos signos clínicos y una viremia de menor duración en comparación con los lechones que se infectan con cepas de campo.22
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  • 9 Alexopoulos JG, Lines DS, Hallett S, Plush KJ. A Review of Success Factors for Piglet Fostering in Lactation. Animals (Basel). 2018 Mar 9;8(3):38. doi: 10.3390/ani8030038. PMID: 29522470; PMCID: PMC5867526.2Tuboly S., Bernath S., Glavits R.K., Medveczky I. Intestinal absorption of colostral lymphoid cells in newborn pigs. Vet. Immunol. Immunopathol. 1988;20:75–85. doi: 10.1016/0165-2427(88)90027-X.
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